Museo de Geología de la Universidad de Oviedo
Abrió sus puertas al público en 2001 con el objetivo de divulgar la geología en Asturias. Su exhibición alberga unas 32.000 piezas de gran valor entre las que destacan una fluorita de Siero, una pieza de oro en un testigo de cuarzo de Ibias y restos de rocas metamórficas y plutónicas de diferentes partes del mundo. Desde 2016 es posible acceder desde el exterior, sin entrar primero al edificio universitario, y se amplió la colección sacando a la luz piezas que se encontraban guardadas en la litoteca de la facultad. Lo que hace destacar a este museo es la incorporación de un sismógrafo y de una cámara de fluorescencia que permite observar minerales a través de radiación ultravioleta. Entre sus muchas piezas, los mayores tesoros de la colección son dos fragmentos de meteoritos: uno que impactó en Cheliábinsk en Rusia en 2013 y otro en Cangas de Onís en 1866.